
Europa y EEUU acaban de firmar un acuerdo por el que se incrementan los aranceles de los productos europeos al entrar en EEUU hasta un 15%.
En el ecosistema global del comercio digital, los aranceles de Estados Unidos no solo repercuten en importadores y exportadores locales, sino que también influyen en la estrategia de ecommerces de todo el mundo. Si vendes a clientes estadounidenses o compras productos a proveedores en EE. UU., estos impuestos pueden afectar directamente tus precios, márgenes y competitividad.
¿Qué son los aranceles y por qué los impone EE. UU.?
Un arancel es un impuesto que se aplica a los productos importados. El gobierno estadounidense los utiliza principalmente para:
Proteger a las industrias locales frente a la competencia internacional.
Responder a prácticas comerciales desleales, como el dumping o ciertas subvenciones.
Tener influencia en las relaciones comerciales y políticas internacionales.
En los últimos años, EE. UU. ha impuesto aranceles a productos de China, la Unión Europea y otros mercados estratégicos, generando tensiones y reajustes en las cadenas de suministro globales.
¿Cómo afectan los aranceles a los negocios fuera de EE. UU.?
Si gestionas una negocio online internacional, los aranceles estadounidenses pueden impactar de diversas maneras:
1. Incremento de costes al importar desde EE. UU.
Si compras productos o materiales en Estados Unidos y tu país aplica aranceles de respuesta, tus costes pueden dispararse.
Ejemplo: una marca que importa tejidos premium de EE. UU. podría enfrentar un incremento del 10–25 % en los costes de importación.
2. Más costes al vender a clientes estadounidenses
Si tu ecommerce vende en EE. UU. y tu producción está en países con aranceles, deberás afrontar:
Nuevos impuestos de entrada en el país.
Cambios de proveedor por disrupciones logísticas.
Retrasos o burocracia adicional en aduanas.
Esto reduce márgenes y puede encarecer el producto final frente a competidores locales.
3. Cadenas de suministro más complejas
Los aranceles obligan a diversificar proveedores o trasladar la producción a otros países. Para ecommerces pequeños, esto significa una logística más complicada y costosa.
4. Cambios en el comportamiento de compra
Si los precios suben por los aranceles, los consumidores estadounidenses suelen optar por alternativas locales, lo que perjudica a negocios online internacionales sin almacenes en EE. UU.
Casos reales
1. Marca de calzado europea
Una firma española que fabrica en Portugal y vende a clientes de EE. UU. puede ver cómo los aranceles al cuero encarecen cada par en un 10–20 %. Esto obliga a decidir entre subir precios (arriesgando ventas), asumir costes (perdiendo margen) o abrir un centro logístico en EE. UU.
2. Bodega online
Una bodega española que exporta vino premium puede ver cómo una botella de 15 € pasa a costar 18–20 € en EE. UU. con nuevos aranceles, reduciendo la demanda. Incluso los distribuidores podrían exigir descuentos o reducir sus pedidos.
3. Tienda moda local
Tienda de moda en zona que recibe muchísimo turismo norteamericano que va a ver más asequible comprar en local que vía online.
¿Qué pueden hacer las tiendas?
Algunas acciones para mitigar el impacto:
- Diversificar proveedores y materiales para reducir riesgos.
- Usar almacenes o 3PL en EE. UU. que optimicen costes y aduanas.
- Mantenerse informados sobre cambios en la política comercial (USTR, cámaras de comercio, etc.).
- Ajustar el catálogo, priorizando productos menos expuestos a aranceles.
- Diferenciar la marca, apostando por el valor añadido (sostenibilidad, diseño, exclusividad).
Conclusión
Aunque parezcan decisiones de macroeconomía, los aranceles pueden afectar directamente a tu ecommerce: precios, logística, márgenes y crecimiento. Si vendes a EE. UU. o dependes de sus proveedores, y no lo has hecho ya diversifica desde ya para que este cambio de escenario te afecte lo menos posible.