Sobre la confianza

Hoy quiero compartir contigo una reflexión sincera que nace de algo que nos ha pasado esta semana. Un aprendizaje que creo merece ser compartido.

Después de meses desarrollando un proyecto con un cliente, tuvimos un pequeño desajuste en la coordinación interna. Algo que podría parecer menor, pero que bastó para que la percepción del cliente se removiese. No paso nada realmente pero esto me hizo pararme a recordar: la confianza que llevas tiempo construyendo puede tambalearse por un malentendido puntual.

No es porque todo lo anterior no valga, sino porque, en el momento decisivo, lo que se siente pesa mucho más que lo que se ha hecho. Es injusto, sí… pero real.

Lo que me llevo de esto

  • La confianza se gana despacio, pero puede perderse muy rápido, sea justo o injusto.

  • La comunicación interna debe ser prioritaria siempre (incluso cuando todo va bien).

  • Ser transparentes —asumir errores, explicarlos— genera más credibilidad que ocultarlos. Nos ponemos y lo arreglamos.

  • Nunca damos la confianza por hecha; hay que alimentarla cada día.

Nuestro Manifiesto Ético

Lo que nos pasó esta semana no es ajeno al compromiso que hemos definido. En nuestro Manifiesto Ético, plasmamos valores que no negociamos: ética, transparencia, autenticidad, innovación, sostenibilidad… entre otros.  

Y si uno de esos principios es la transparencia, tengo que demostrarla también en los días difíciles. Si otro es la autenticidad, tengo que reconocer cuando algo no ha salido perfecto. Y si decimos que actuamos con ética, eso incluye admitir fallos, aprender de ellos, y reforzar los cimientos con los que merecen trabajar nuestros clientes.

Si todavía no lo conoces, te invito a leerlo aquí: Nuestro Manifiesto Ético.

Un respaldo externo: lo dice Deloitte

Para que veas que no es solo una experiencia aislada, te comparto un estudio de Deloitte Digital que subraya cómo muchas organizaciones creen que cuentan con la confianza de sus clientes… cuando no es así.

👉 Close the Trust Gap – Deloitte Digital

 Explica cómo la falta de transparencia, de comunicación real y coherente, es uno de los motores principales de esa “brecha de confianza” que cuesta muchísimo cerrar.

Gracias por llegar hasta aquí. Esta semana me ha recordado que las grandes distancias se cuentan en pequeños pasos, y los grandes compromisos, en los detalles cotidianos.

Si tú también has vivido algo parecido con clientes, proveedores o equipos, me encantaría que lo comentáramos. Aquí estamos para aprender del error (y para mejorarlo juntos).

Un abrazo fuerte,

Javier

JRG Media

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio